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miércoles, 17 de octubre de 2012

ENTRENAMIENTO INVISIBLE

El significado de la palabra entrenamiento lo conocemos todos de sobra, pero lo que no sabemos es que existen diferentes formas de entrenar nuestro cuerpo.
 El entrenamiento más conocido por nosotros es el activo en el que entran en juego los músculos, los huesos y las articulaciones.
 Digamos que es lo que "todos" vemos y la mayoría valoran,( nadie te va a preguntar nunca cuanto descansas, sino cuanto entrenas).

Entrenar está asociado por todos nosotros a trabajar.
La mayoría de los atletas ven el entrenamiento como como una acción en la que trabajan los músculos a través del deporte y la actividad física.

En cierta medida eso sería una de las partes del entrenamiento, pero lo que tenemos que tener en cuenta es que el entrenamiento en si no es más que una agresión, una agresión que produce un stress a nuestro organismo y que el mismo debe de adaptarse a esas agresiones para poder mejorar.
Tal como decia Darwin en su libro: " No son los mas fuertes los que sobreviven, sino aquellos capaces de adptarse a los cambios"
Por lo tanto y para favorecer estas adaptaciones al atleta no le queda más que recurrir a la "otra" forma de entrenar, la conocida como entrenamiento invisible, en la que no realizamos actividad física como tal, si no que el entrenamiento lo llevamos a cabo de forma pasiva a través de los hábitos que conducen al correcto desarrollo muscular para favorecer las adptaciones en nuestro organismo.

El entrenamiento no termina cuando acabamos de ejecutar nuestra rutina de trabajo en la pista, el gimnasio o en la carretera cuando salimos a rodar, y es que es importante el antes y el después del ejercicio físico, pues a la hora de realizar la actividad es importante que el organismo esté en condiciones para afrontarla y que después de ella se recupere como es debido.

Cuando terminamos la actividad física nuestro cuerpo sigue activo. Este es el momento en el que el organismo necesitará suficientes nutrientes para recuperarse del esfuerzo y afrontar de nuevo la actividad física. Es por ello que tenemos que poner especial cuidado en la alimentación.
Es primordial respetar las comidas a lo largo del día. Tenemos que comer 5 veces para aportar los suficientes nutrientes que el cuerpo necesita.
En estas comidas tenemos que poner especial interés en el desayuno que nos ayudará a activar el metabolismo después de toda una noche sin ingerir alimento. Es la energía que cargará a los músculos para la actividad. Tenemos que pensar que nuestro cuerpo funcciona como un choche, y tenemos que cuidarlo como si fuera un coche nuevo, no podemos escatimar en gastos, cuando se va a la gasolinera hay que llenar el depósito

En la dieta del deportista las frutas y verduras, las proteínas y las grasas y, sobre todo, los hidratos de carbono tienen que estar muy presentes.
Cada uno tiene que ver lo que mejor le va para su rutina diaria, pero lo que esta claro es que si por la mañana te vas a levantar para salir a correr o para ir a una competición, en la cena deben de abundar los hidratos de carbono, si no quieres sentirte "vacio" a mitad de prueba.
La realidad nos dice que los atletas cuanto mas arriba están, mas cuidan su alimentación, el atleta que corra en 30 minutos un 10.000 y diga que a la semana se come una caja de bombones, o que su comida diaria suelen ser las hamburguesas, miente (con todos los respetos al chocolate y las hamburgesas)

El entrenamiento invisible no solamente se realiza con la alimentación, si no que la hidratación es importante para mantener las fibras musculares en perfectas condiciones.
 Tenemos que tener en cuenta que las células necesitan estar bien hidratadas, pues gran parte de ellas están formadas por agua que obtenemos a través de los líquidos que ingerimos, así como las sales minerales, necesarias para la perfecta recuperación.
Además una correcta hidratación también nos va a permitir asimilar mejor los alimentos que ingerimos, una persona normal debería de tomar una media de 2 litros de agua al día, un atleta, más, ya que en los entrenamientos va a perder parte de la misma

Pero el rey del entrenamiento invisible es sin duda el descanso, es primordial que durmamos en torno a 8 horas diarias, respetando siempre los horarios. De esta manera estaremos contribuyendo al descanso muscular y a su crecimiento, pues es durante el sueño cuando el organismo libera las hormonas culpables del crecimiento muscular y ayuda a las fibras musculares a recuperarse y adptarse de la sesión de entrenamiento realizada.
Esta es una de las partes que muchos atletas descuidan, recuerdo que una vez un profesor mío me dijo:
"No vale de nada que un atleta se haga 12x400 a una media de 55 segundos recuperando 45 segundos, si luego al acabar el entrenamiento se va con sus amigos/as a tomarse unas copas hasta  las 3 de la mañana, para eso era mejor que se quedara en casa estudiando Inglés, habría sido más productivo".
La realidad que vivimos es que es muy complicado llevar una correcta alimentación, muchos trabajamos fuera de casa, otros estudian y se quedan a comer en los institutos. No es tan complicado hidratarse, pero a este punto se le da poca importancia.
 Lo que también es complicado es compaginar vida social y deporte, sobre todo en las etapas más importantes en la formación de un atleta, la adolescencia, pero para todos estos jovenes o no tan jovenes que hoy me están leyendo, les diré una cosa:

No son los más fuertes los que son campeones, sino aquellos que lograron adaptarse a lo que su deporte les exigía"

                              
            Dad al hombre salud y metas a alcanzar y no se detendrá a pensar sobre si es o no feliz.
                                                                 George Bernard Shaw

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